Descripción
Libro “Vigía de tu paso – Pilar Blanco”
Autora
Pilar Blanco Díaz
Natural de Bembibre, León, vive desde hace años en Alicante, donde ejerce la docencia. Como poeta ha publicado: Voz primera (1982), Vocabulario íntimo (1999). Mundos disueltos (1999), A flor de agua (Visor, 2000), Mar de silencio (2004), La luz herida (2004); Ceniza (Hiperión, 2005), El jardín invisible (Rialp, 2007), Zarzalúa, en gallego, (2007), las plaquettes Bruma de mar y tiempo (2010) y Agua que fluye y sueña (2013), la antología Con la cal en los dedos, (1982-2010) (2012), Alas los labios (2013) y Raíces de la sangre (2014). Figura en antologías como Ilimitada voz. Antología de poesía escrita por mujeres (2003), Nuevas voces y viejas escuelas en la poesía española (1970-2005), Luces de cabotaje: la poesía de la transición y la generación de la democracia en los albores del nuevo milenio (2008), La musa funámbula. La poesía española entre 1980 y 2005 (2008). Ha recibido distintos premios de poesía entre los que destacan el Francisco de Quevedo, Madrid, 1995; un accésit del IX Premio Jaime Gil de Biedma, Segovia, 1999; el Premio Internacional Miguel Hernández-Co-munidad Valenciana, Orihuela, 2003; el Premio Alegría, Santander, 2005 y el San Juan de la Cruz, Ávila, 2007.
SINOPSIS: En Vigía de tu paso se encara el misterio de la existencia humana desde la contradicción. Estructurado en dos monólogos y un diálogo final, “El que observa” y “La criatura” representan las voces unísonas con que cualquier persona se interroga alguna vez frente al espejo. Muestran el desgarrado combate entre realidad y trascendencia, entre la fragilidad del ser y su afán de perdurar de alguna forma, de justificar el dolor y tan leve paso sobre la tierra.
OTROS AUTORES HABLAN DE LA OBRA DEL AUTORA
“Un sinfín de mundos emotivos o próximos giran, se afirman y reflexionan desde ahí, dudan o se reprochan, se recogen bajo un tono próximo a lo existencial. Gravitan con el peso específico de la falta de impostura, con verosimilitud, en definitiva. (…) Estamos pues ante la sucinta elegía sentimental de una poeta atenta a la contemplación existencial y el acoso de la vida de afiladas mandíbulas, que no quiere ser ácima, pero tiene la queja o confidencia de una marca de agua dicha entre susurros.”
Rafael Morales
“La palabra de Pilar Blanco ha ido, más que adelgazándose, concentrándose, adensándose, con el fin de penetrar sin desperdigamientos en la urdimbre mortal del hombre.”
José Enrique Martínez
“En el recorrido lírico de Pilar Blanco (Bembibre, León) el sustrato sentimental es una constante que aglutina afectos, emociones y hace de la presencia del otro una necesidad profunda, un impulso cognitivo que empuja a la búsqueda.”
José Luis Morante
“La poesía en general, pero la de Pilar Blanco en particular, está más cerca del parto extenuante y desgarrador y de la devastación emocional que de la cómoda maternidad lírica con anestesia epidural que practican muchos de los actuales y encumbrados vates oficiales y oficiosos.”
Ramón Bascuñana
“…Una poesía intimista, reflexiva, sosegada, a veces casi mística o metafísica, pero, fundamentalmente, valiente, que no teme preguntarse a sí misma, descubrir y reconocer la verdad, hallar respuestas.”
Ana Vega
“Es una poesía que tiene una doble dirección: es primero comunicación, a veces casi ensimismada, del yo poético consigo mismo para explorar el territorio de su propia desasistencia y, después, expresión de ese sentimiento ante el lector que lo reconoce y lo comparte gracias a un lenguaje que lo inserta en un universo de evocaciones. Vislumbres de irracionalidad y elaboradas metáforas taracean una línea discursiva por lo demás bastante nítida, lo que sitúa a la autora en esa línea moderna de lo cotidiano maravillado, creando una tensión entre la realidad en su aspecto más corporal y los mundos volátiles de la imaginación y el deseo.”
Ángel Luis Luján
“La fuerza de la expresión de la poesía de Pilar Blanco radica principalmente en un sostenido alegorismo. Sus versos son capaces de transmitir las impresiones más abstractas y las vivencias personalmente más complejas a través de la corporalización de sus referentes, normalmente por medio de imágenes que envuelven un acto de carnalidad o fuerza. La escritura misma, como materialidad del lenguaje, es el lugar último en que reposan todos los sentidos o sinsentidos, incluso todo atisbo de identidad.
Una poesía, en definitiva, que destella de silencios, pero sabe construir sobre la duda, las interrogaciones y las ausencias una morada en el lenguaje donde queda el lector protegido en una paradójica invisibilidad que lo hace visible a todas las tempestades de la existencia.”
Ángel Luis Luján
“Pocos poetas son capaces de conseguir la hondura de Pilar Blanco en sus versos. No es la hondura basada en una filosofía impostada llena de generalidades, sino la que penetra por los intersticios del alma, apurando en cada recoveco la esencialidad más depurada de nuestra naturaleza trascendente, que es, quizás la más dolorosa pero también la más radicalmente humana.
Hay una «grieta en el muro» de nuestra existencia, algo indefinible que se nos escapa,
un anhelo que impide la plenitud, una nostalgia de pertenecer a una totalidad de la que nos sentimos desterrados. Pilar Blanco nos devuelve con su poesía esa conciencia
latente y permite recordar y vislumbrar nuestra verdad más allá de la carne. No soluciona
el misterio de esa verdad sólo intuida, pero nos la plantea pellizcando en el mismo tuétano de nuestra raíz sustantiva.”
Fernando Parra
“La poesía más reciente de Pilar Blanco se posiciona pues en una línea existencial y reveladora, entabla un duelo de conocimiento -que quizás intuye de antemano perdido- valiéndose del lenguaje como espada con la que cortar la niebla, para seguir avanzando hacia la frontera de la verdad esencial, hacia los dominios inalcanzables del origen cierto de la luz.”
Juan Pablo Zapater
Formato: 14 cm x 21 cm.
Papel: natural 90 g.
Nº páginas: 112.
Encuadernación: rústica con solopas.
ISBN: 978-84-946822-8-5