La poeta Efi Cubero, habla sobre Concha Garcia y su último libro publicado, Desvío a Buenos Aires (Chamán Ediciones, 2019) desde su muro de Facebook. Muchas gracias, poeta, por tus palabras, amabilidad, tiempo y complicidad:
Desvío a Buenos Aires de Concha García, de Chamán Ediciones. Me he encontrado con Concha García en diferentes actos, pero como me temo que ninguna de las dos somos muy saludadoras y cada cual camina por su mundo, que a veces no coincide con el de los demás, creo que no hemos mantenido charla alguna, lo que sí es cierto es que yo leo sus versos y ambas disfrutamos de excelentes amigos en común, como Carlos Vitale y otros muchos. La recuerdo en un acto al que acudí invitada por Asunción Carandell y Julia, viuda e hija de nuestro enorme Goytisolo, fue en el edificio de Walden 7, de Bofill, donde homenajearon a José Agustín colocando una placa en su honor ya que en el subsuelo del edificio hay azulejos con poemas suyos pertenecientes a su Taller de Arquitectura, y en otros actos de parecido alcance. Siempre me interesaron los poemas de Concha García a la que considero poeta verdadera, que es lo máximo que yo puedo decir. Ahora, de la mano del gran Pedro Gascón y la exquisita Chamán Ediciones, me llega este libro de viajes y algo más del que he disfrutado en estos días previos de otoño. Es un recorrido que Concha hace por la Patagonia y por la ciudad de Buenos Aires, pero es mucho más que eso. Es una forma de mirar al mundo en esas desolaciones animadas por universos distintos y parecidos, secuencias, fotogramas, sugerencias, apuntes, destellos, reflexiones sobre naturaleza, formas de vida, experiencias y lucha por sobrevivir en un entorno tan desnudamente esencial como hostil en tantas ocasiones. María José López Cerro, la retrata como si fuera El Principito en su asteroide en una bellísima portada. No puede haber mayor acierto. Concha García camina con extrañeza y convicción y, mientras tanto, habla de la soledad del viajero que observa y reflexiona sobre la identidad, se mezcla sin mezclarse, y mezclándose, habla de lo que sabe y también de lo que lee, y lo que ve, acompaña a otros poetas, recuerda a otros, conversa, y todo adquiere calidad de símbolo pero va a lo concreto fundamentalmente sin perderse en florituras. La vida es dura y bella y los seres que pueblan tan especial geografía son resistentes y frágiles como las construcciones agrupadas o diseminadas por un paisaje tan hermoso como terrible. El viento que asola y obliga a guarecerse es poderoso y dominante y la poeta se empequeñece a la vez que ahonda en lo perturbador de esos entornos que permanecen como inacabados, a punto de nacer o de extinguirse. Se habla de todo en el camino, de desmoronamientos y corrupciones, de abusos de poder y soledades. Un mar cercano y a la vez inaccesible, tan deslumbrante como al principio de los tiempos, atrapa la mirada y la sumerge en íntimas meditaciones . Todo es físico, puede tocarse, pero posee algo espiritual que lo distingue porque está atravesado por la mirada sabia e implacable de una excelente poeta verdadera. Un libro muy recomendable para experimentar y sentir. No se lo pierdan.”
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